(cheun rume)

 

20110529

Nebulosa

Yo inventé la vida,
Yo creé la muerte
Las horas del día
Se desvanecen en mi cuerpo
En ningún otro.
¿O acaso otro existe?
Sólo yo puedo
Este atardecer palpar
Y son mis manos
Las que de alfarero me disfrazaron.
Sólo yo creé la vida
Pues sólo yo viviré la muerte.

(Pausa)

Ah!
La noche continua se levanta sobre mi espalda.
Vierais cómo repetía yo los cánticos imaginarios.
Las voces irreproducibles que me inspiraban desde lo alto.
Porque dios sí existe.
Dios no es otro que mi sombra en un día estival.
Lo celeste me completa,
Porque lo celeste es mi escencia primordial.
Como el amor de Platón.
O como la verdad del universo,
Existo sin más,
Sin objeción mayor que mi propia versión de la realidad.
¿La realidad soy yo?
O la realidad sois vosotros, despreciables lectores.
¡Cómo os desprecio!
Diría el poeta de la realidad.
Cómo os envidio.
Diría yo si de querer hablaros se tratase.
Vosotros que no hacéis más que repetir vuestro propio juego
Y yo, ¡os envidio!
Sí es verdad
Os envidio porque vosotros,
Lectores que no leen,
No sois sino lo que yo quiero que seáis.
Y declaro y dicto:
No tenéis mayor deber que complacerme.

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