(cheun rume)

 

20120423

Cervantes

Y yo que lo vi crecer!
Si era un niño cuando leyó su primer libro
Ahora todo resulta parriano.
Nicanor aquí, Nicanor allá.
Y yo que lo vi nacer!

Y yo que lo vi gritar:
Visca Catalunya!
Síganme los buenos!
La contienda es desigual!

Cómo olvidar esas tardes bajo la higuera
Sobre una silla de sol
cuando comía azúcar a cucharadas
cuando saltaba para alcanzar la uva
Si yo lo vi crecer!

Yo lo escuchaba cantar:
silencio, chilenos
el Huáscar ya se acerca.
Sí! Yo lo vi crecer!

Y míralo ahora:
Nada menos que todo un hombre
Un caballero andante
Un cazador de elefantes
Un amigo del jurado.

Quién te viera y quién te ve,
Viejo zorro
los bajaste a todos del Olimpo
para encaramarte tú el primero

Como el niño travieso al que yo vi crecer.

20120415

Breve Historia del Subdesarrollo.

Mientras chilenos y peruanos se peleaban por dilucidar dónde apareció la primera papa, los holandeses y los belgas las cortaron a lo largo y se pusieron a freírlas. Luego, los gringos las copiaron y comenzaron a vendérselas a chilenos, peruanos, holandeses y belgas.

20120408

Diagnóstico Médico

Cuando se inicia la multiplicación descontrolada de células, los primeros síntomas los sufren los restantes órganos que deben sacrificar sus recursos para alimentar el cáncer en formación.

Sin ir demasiado lejos, en Atacama y Antofagasta adolecen la baja retribución que les significa la vida ingrata del minero. En Biobío, el éxodo de profesionales se ha disfrazado con una sonrisa incómoda y un aforismo conformista: "exportación de talentos". En la Araucanía, exámenes preliminares han mostrado el descontento de una nación marginada. Síntomas similares se han observado en la alejada Rapa Nui. En Aysén ha proliferado el abandono y la desconfianza. A pesar de ello, todavía se regala el patrimonio natural para satisfacer la voracidad energética del norte. En Magallanes se ha manifestado una intensa actividad ciudadana demandando independencia de decisión.

Ante la imposibilidad de extirpar el tumor, de bombardearlo con protones o reducirlo químicamente, algunos especialistas han sugerido técnicas de inmunoterapia para tratar al paciente. Sin embargo, cualquier tratamiento será infructuoso mientras no exista real consciencia de las características específicas de la enfermedad.

La Familia, resignada, guarda siempre la secreta esperanza que el tumor santiaguino sea tratado a tiempo y el centralismo detenga su metástasis maligna.