(cheun rume)

 

20081208

soneto

totentanz

la viuda de minifalda sonriente,
la grotesca hija descomunal,
al féretro del falso funeral
olvidan como si estuviera ausente.

el petulante militar no miente,
con el finado íbanse faltal:
la viuda lo prefiere al general,
el muerto no le era conveniente.

si bien lo encontraba un pedante,
y porque le adeudaba un buen dinero,
el único apenado era el fraile.

felices la viuda con su amante,
incluso la niña en su engordadero,
pues han convertido este funeral en baile.