(cheun rume)

 

20111218

Viam Veritatis Inveni

Bajaban al valle desde todos los cerros para verlo. Viajaban horas, días y noches completas, sólo para presenciar el espectáculo de su hablar destartalado. De su presencia haraposa. De sus yagas vivas bajo la piel. Entre burlas y risas, lo idolatraban como a un mendigo. Lo elevaban como al redentor. Y este viejo desequilibrado se involucraba en el papel. Vociferaba sus discursos encendidos en contra del capital o de la opresión o de la injusticia. Despertaba con estas palabras rabiosas manifestaciones de júbilo. "El capitalismo yanqui neoliberal causa desigualdad!" - decía bajo el sol tropical de diciembre y los centenares de espectadores rompían en tronadores aplausos. Relámpagos de aplausos. "Compañeros" alcazaba a gritar una vez más, antes que su hablar se disolviera en murmullos indescifrables.

Los curiosos lo seguían mirando con crueles intensiones. Las carcajadas del público menguaban aún más los sonidos exiguos del viejo. Emocionado, sin embargo, éste no se detenía ni un instante en su lúcido discurso. ¿Por qué no habría de ser lúcido? Toda esta gente en comunión a su al rededor escuchándolo entregar las claves de la verdad, confirmaban que las imágenes que danzaban frente a sus ojos eran la pura y transparente realidad. Que esas formas coloridas, que esos sonidos agridulces, que esos delirios vívidos eran, son por cierto, la llave de una bóveda perpetua. Las risas del público parecíanle de acuerdo y concierto.

Así habiendo captado ya su atención, entre las carcajadas y las sornas, irrumpió el viejo con su ininteligible discurso:

Viam veritatis inveni
ad libertatem, expergefacio
nunquam plus redeant
sicut erat in caelis.

Tū! Sancta Virgo,
lapidis descendī
et dā mihi corpus tuum.

Tū! Sol aestās,
illustratē nocte
et quiesce in auroram.

20111202

Eclipse

You can never under stand the rain
While the midday shadows
Tremble over the place
As the sky darker grows
Your five sides in pain
Can feel the god of yellow
Dying behind the main_
Hill of these meadows

If we ever have the spare
If we could only dare
To be-have like the ghost
Of the one who lived the most
A mighty demon would care
About our unpaid cost

Remember that night
By the sea, by the light
Of that old convex lady
Who repeated so bravely
It's our right
To hide away that bright