(cheun rume)

 

20110205

Consuelo.

Consuelo era una chica de hermosa y amplia sonrisa. Con un busto deslumbrante, no se veían retazos de timidez en su pronunciado escote. Consuelo era una ninfa llena de alegría, de sensualidad y de locuras. Consuelo tenía unas mallas ajustadas que usaba para salir en las noches. Bailaba con sus amigos, se emborrachaba con sus amigas, disfrutaba cada instante con profunda inconsciencia. Consuelo, entonces, no sabía cuál era su nombre. ¡Quizás quién lo supiera!

Ella caminaba por las noches en el Prostíbulo de la República sin conocer su verdadero nombre. Lloraba sola, ahogando su propia vida y ninguno de nosotros podía dormir hasta ver remediados sus sollozos.

Felizmente, Consuelo un día se dio cuenta que en realidad su voz era la de la música. Y entonces Consuelo reconoció su verdadero ser. Consuelo no era consuelo sino Música y música era su consuelo.