(cheun rume)

 

20110404

El Soneto de Horacio.

Lo siguiente os digo comensales:
retroceded ante la compañía
luchad contra estos simples mortales
despertad de esta latente elegía.

No vi razones ni tragedias tales
que enjuiciaran nuestra filosofía.
No vi enemigos ni bizarros males
sino troyanos con coraza fría.

El lamento no puede ser eterno
ni la cristiana obediencia inconsciente
cuando este trigo deje de estar tierno.

Caminemos con la vista al frente
y ofreciendo también el pecho arverno,
alcemos la copa del sol nasciente.


Salut!

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