Invierno Boliviano.
Como el hombrecillo de Oficina
parado bajo la lluvia de febrero;
que mira de un lado para el otro
con la contabilidad bajo el brazo;
que no atina a esconderse
mientras se le moja la camisa.
contradicción:
existe quién tal que quién es distinto e igual a ser.
No hay nada más hermoso
que la suma de dos con dos.
Bajo el aguacero del verano,
con la gente contenta
corriendo por las galerías,
el hombrecillo de mirada suplicante,
entiende y se da cuenta
que la duda es la respuesta.
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